Cuando pensamos en mejorar el aislamiento de nuestras casas, solemos suponer que será un proceso largo e invasivo que generará mucho polvo y suciedad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La instalación de aislamiento por soplado es rápida, limpia y apenas molesta a los habitantes de la casa. Si le preocupa cómo puede afectar este tipo de intervención a su vida cotidiana, aquí tiene todo lo que necesita saber sobre el proceso, los plazos y las posibles molestias.
La instalación de aislamiento por soplado es sencilla y apenas causa molestias. El primer paso que dan los instaladores profesionales es inspeccionar la vivienda, evaluar sus características e identificar las zonas a aislar. Puede tratarse de áticos deshabitados, cámaras de aire en fachadas, falsos techos o incluso paredes interiores, no sólo para mejorar el aislamiento térmico, sino también para aumentar el confort acústico minimizando el ruido entre estancias.
En el caso de los áticos deshabitados, se aplica una gruesa capa de aislamiento para evitar que el calor o el frío penetren en la vivienda.
En el caso del aislamiento de paredes huecas, el material aislante se inyecta a través de pequeños orificios perforados en la superficie de las paredes. Una vez terminado el trabajo, se sellan los agujeros para que las paredes queden como nuevas.
Dependiendo del tipo de vivienda, los trabajos en paredes exteriores pueden realizarse desde el interior o desde el exterior. Esto lo determinan los técnicos durante la visita de inspección.
Una de las mayores ventajas de este método es la rapidez de la instalación, que a menudo puede completarse en unas pocas horas o, en el caso de viviendas más grandes, en uno o dos días como máximo. En un piso de tamaño medio de un edificio urbano, los instaladores pueden terminar el trabajo en una sola jornada laboral, dejando el espacio totalmente aislado y listo para su uso inmediato.
La limpieza es otra de las grandes ventajas del aislamiento por insuflado. Dado que el proceso requiere una intervención mínima y utiliza equipos especializados para inyectar el material, la generación de polvo y escombros es prácticamente nula. Los instaladores suelen cubrir los muebles y superficies cercanos para protegerlos y limpiar después el polvo restante. Esto significa que no tendrá que lidiar con el desorden habitual de las obras de renovación ni pasar días limpiando después de la instalación.
Los propietarios suelen preocuparse por si tendrán que vaciar habitaciones o cambiar muebles de sitio. En la mayoría de los casos, la respuesta es no. Como los agujeros se perforan en puntos estratégicos de las paredes, suelos o techos, los instaladores pueden trabajar alrededor de los muebles sin necesidad de moverlos. Otra preocupación habitual es el ruido. El proceso implica algo de ruido de la máquina, pero es mínimo y no molesta. Además, el procedimiento es lo bastante rápido como para no interferir en sus actividades cotidianas.
En uno o dos días, su casa estará lista para disfrutar de las ventajas del aislamiento térmico y acústico. Muchos propietarios notan inmediatamente una mejora de la temperatura interior, especialmente durante los meses más fríos o calurosos. También se reduce notablemente el ruido exterior, lo que resulta especialmente útil en zonas urbanas o viviendas cercanas a carreteras o entornos ruidosos. Lo mejor de todo es que estas mejoras no afectan a la estética de su hogar, ya que los agujeros se sellan y se repintan para que se integren con las superficies existentes.
En resumen, el proceso de instalación es sencillo, y los beneficios compensan con creces cualquier pequeño inconveniente. El aislamiento por insuflado PUREFLOC es la solución ideal para cualquiera que desee mejorar el aislamiento de su hogar sin la molestia de largas reformas. Si busca una forma práctica, limpia y eficaz de mejorar el confort de su hogar, el aislamiento por soplado es la respuesta.